6.4.1 Esclavizar (destruir, borrar, asimilar): La última cena
Sobre el director
Tomás Gutiérrez Alea fue un destacado director de cine cubano, nacido el 11 de diciembre de 1928 en La Habana, Cuba, y fallecido el 16 de abril de 1996 en la misma ciudad. Conocido por su habilidad para explorar temas sociales y políticos en sus películas, Gutiérrez Alea es considerado uno de los cineastas más importantes de América Latina.
Después de estudiar derecho en la Universidad de La Habana, Gutiérrez Alea se sintió atraído por el cine y se formó en el Centro Sperimentale di Cinematographia en Roma. A su regreso a Cuba, comenzó a trabajar en la industria cinematográfica y rápidamente se destacó por su enfoque innovador y su compromiso con la exploración de la identidad cubana y las complejidades de la sociedad bajo el régimen revolucionario.
Entre sus obras más conocidas se encuentra Memorias del subdesarrollo (1968), una reflexión profunda sobre la alienación y la soledad de un intelectual burgués en la Cuba posrevolucionaria. Esta película le valió reconocimiento internacional y es considerada una obra maestra del cine latinoamericano.
Gutiérrez Alea continuó produciendo películas influyentes, incluyendo La última cena (1976), Fresa y chocolate (1993), co-dirigida con Juan Carlos Tabío, y Guantanamera (1995). Su trabajo se caracteriza por su perspicacia política, su profundo humanismo y su estilo cinematográfico distintivo.
A lo largo de su carrera, Gutiérrez Alea recibió numerosos premios y reconocimientos, tanto en Cuba como en el extranjero, por su contribución al cine. Su legado perdura como una voz influyente en el cine mundial y su obra sigue siendo estudiada y apreciada por su relevancia cultural y su calidad artística.
Para comprender a fondo la película La última cena de Tomás Gutiérrez Alea, es fundamental conocer los acontecimientos históricos que sirvieron como telón de fondo: la Revolución Haitiana (1791-1804). Esta insurrección, gestada en la colonia francesa de Santo Domingo (actual Haití), marcó un hito trascendental en la lucha por la libertad y la igualdad.
En 1789, la población de Santo Domingo estaba compuesta por 500.000 esclavos, 28.000 mulatos libres y 40.000 blancos. La difusión de las ideas revolucionarias francesas de “libertad, igualdad y fraternidad” encendió la mecha de la rebelión entre los esclavos, quienes ansiaban liberarse del yugo de la opresión.
Tras años de lucha encarnizada, los esclavos lograron derrotar a sus amos y expulsarlos de la isla. Fue un acto de liberación sin precedentes, pero también estuvo teñido de violencia y represalias contra los colonos blancos, muchos de los cuales huyeron a Cuba.
En La última cena, el Conde, un terrateniente cubano, es consciente de los eventos ocurridos en Santo Domingo y teme que una rebelión similar de esclavos pueda estallar en su hacienda. Por ello, adopta una actitud benévola hacia sus esclavos, buscando evitar un levantamiento que podría desencadenar consecuencias devastadoras.
La película de Alea explora las tensiones sociales, económicas y raciales que prevalecían en la sociedad cubana de la época, profundamente marcada por la sombra de la Revolución Haitiana. A través de esta lente histórica, el director invita al espectador a reflexionar sobre la compleja realidad de la esclavitud y las luchas por la emancipación en el Caribe.
Antes de ver
- Dado ese contexto histórico, ¿qué tipo de conflictos o tensiones creen que podrían surgir en un ingenio azucarero donde conviven amos y esclavos?
- ¿Qué conocen sobre la época de la esclavitud y los ingenios azucareros en las colonias españolas en América?
- ¿Han visto o leído otras obras literarias/cinematográficas que traten el tema de la esclavitud? ¿Cuáles y qué recuerdan de ellas?
- ¿Conocen algo sobre las prácticas y creencias religiosas/espirituales de los esclavos africanos en América?