2.10.1 Me llamo Rigoberta Menchú
La soberanía de la narrativa de los pueblos indígenas es un acto poderoso de resistencia. Entendemos el mundo a través de historias, y cuando las comunidades indígenas pueden contar sus propias historias, sirve para revelar injusticias históricas y para abordar los problemas sociales y culturales actuales en las tierras colonizadas. La capacidad de narrar su propia experiencia representa una fuerza potente para la humanización, contrarrestando la deshumanización que a menudo acompaña a las narrativas impuestas. En este relato, Menchú describe su experiencia trabajando con su familia en una finca en Guatemala. Ella describe el viaje desde su comunidad en el altiplano hasta la costa para trabajar en las fincas, las condiciones de trabajo, la relación con los caporales y contratistas, así como la manipulación y explotación por parte de los terratenientes.
Sobre la autora
Rigoberta Menchú, nacida el 9 de enero de 1959 en Chimel, una aldea maya k’iche’ en Guatemala, es una líder indígena y defensora de los derechos humanos. Menchú pertenece al grupo étnico k’iche’, una comunidad indígena en América Central con una rica herencia cultural.
Desde joven, Rigoberta Menchú estuvo involucrada en la lucha por los derechos de los pueblos indígenas y campesinos en Guatemala. Su activismo se intensificó durante la Guerra Civil en Guatemala (1960-1996), un conflicto que tuvo un impacto devastador en las comunidades indígenas. Durante este período, Menchú perdió a su familia debido a la violencia política.
Rigoberta Menchú se convirtió en una voz destacada para la defensa de los derechos indígenas y la justicia social. En 1983, publicó su autobiografía titulada Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia, en la que compartió su historia personal y abordó las injusticias sufridas por su pueblo. Este libro la catapultó a la escena internacional y le valió el reconocimiento global, así como el Premio Nobel de la Paz en 1992.
A lo largo de los años, Menchú ha continuado trabajando incansablemente en la promoción de los derechos humanos, la justicia social y la inclusión de las comunidades indígenas en la toma de decisiones. Su vida y legado inspiran a muchas personas a nivel mundial a luchar por la equidad y la dignidad de todos los seres humanos. Rigoberta Menchú es una figura emblemática en la historia de la lucha por los derechos indígenas y sigue siendo una defensora incansable de la paz y la justicia.